25 de Enero, mi 23 cumpleaños.
Hoy es uno de esos días en los que habría cogido mi maleta,
y me habría embarcado en el primer avión a España, y no es cobardía ni que
quiera tirar la toalla, es que todavía no puedo decir que me haya acostumbrado,
imagino que cuando emprendes un viaje a cualquier parte del mundo y dejas tu
casa pesa más en la balanza la experiencia por vivir que los malos momentos.
Si alguien de los que me estáis leyendo un día decidisteis dejar
vuestra habitación vacía, entenderéis a la perfección de lo que hablo, son esos
momentos en los que, aunque la noche anterior haya sido fantástica te formulas
la gran pregunta ¿Qué narices hago yo aquí? Y tu subconsciente te dice a gritos
“Coge la maleta, mete lo primero que tengas a mano y dirígete corriendo al aeropuerto,
en casa te espera una gran tarta de cumpleaños, muchos regalos y sobre todo tu
familia, tus amigos, tu novio, tu perro, y todo eso que tanto añoras, ¿A que
estás esperando? hazlo ya, hoy no te voy a dejar disfrutar del día”.
Y eso es lo que me
pasa hoy, pensareis que estoy loca, porque solo llevo dos semanas fuera de casa
y seguro que es menos de lo que muchos estáis en la playa en verano.
He llegado a la conclusión de que no es la distancia lo que
nos crea estas inseguridades, si lo piensas podría vivir en Asturias y mi madre
en Granada y casi estaría más lejos, pero no, no es eso lo que nos produce este
miedo, la turbación viene cuando te das cuenta de que has salido de la zona de
confort, que no puedes coger el coche o el tren, plantarte en tu casa y correr
a los brazos de tu mami, ni siquiera puedes estar dos horas hablando por
teléfono con el manos libres mientras te vistes intentado que tu padre no se
ponga al otro lado del teléfono para que no oiga esa cosa tan importante que
tienes que decirle a tu hermana.
Pero don´t worry chic@s que las cosas no son tan feas, eso
pasa en días puntuales como a mi hoy, que echas de menos hasta esa horrible
figurita que tu madre pone orgullosa a la vista de todos en el salón.
Pasa el día y llega la calma doy fe, tu subconsciente tiene
menos memoria que Dori en Buscando a Nemo y ahora te chilla desesperadamente
que te quedes, que si has aguantado el chaparrón vas a aguantar los siguientes
como que te llamas Andrea Mora que no está permitido llorar “bueno a veces te
dejo un poco pero no te acostumbres” no hace falta que te repitas a ti mismo constantemente
lo fuerte que eres, si estás aquí es porque esas debilidades son una parte muy
importante que terminaran de forjar esa personalidad de hierro que se puede
permitir el lujo de no olvidar lo que ha dejado atrás para estar hoy aquí.
Os dejo unas fotos de una visita que hice a Londres con otras Au pairs para que veáis que hay muchas cosas buenas que me empujan a seguir viviendo esta experiencia.
Fotos propiedad: A. Mora
Espero que os haya gustado, feliz semana!!
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